Presentación, 31 de mayo.
Liceo de Ourense.
Ya tenemos la portada de la novela.
Para un autor, el título es el primer contacto con los lectores potenciales, un faro que los invita a adentrarse en las profundidades de la narrativa. Debe ser a la vez intrigante e informativo, insinuando los temas centrales de la historia sin revelar demasiado. Un título bien elegido puede marcar el éxito o el fracaso de un libro, despertando el interés y preparando el escenario para una experiencia de lectura inolvidable.
La portada del libro es una representación visual del mundo literario que reside en su interior. Debe ser llamativa y evocadora, capturando la esencia de la historia y atrayendo a los lectores a explorarla más a fondo. Una portada atractiva puede transformar un libro en un objeto de deseo, una lectura imprescindible para cualquier estantería.
En esta aventura, quiero expresar mi profunda gratitud al estimado equipo editorial de Ediciones Hades por su apoyo incondicional y su excepcional experiencia. Con su guía hemos elaborado un título y una portada que encarnan perfectamente el espíritu de mi novela.
Me complace presentar la portada de El enigma de la tabla, y os invito a principiar en una aventura literaria que os transportará a Santiago de Compostela, una ciudad que esconde en sus antiguos edificios mensaje secretos que fueron tallados por los maestros canteros. Estos artesanos tenían una relación estrecha con los templarios que protegían a los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago. En las sombras del tiempo, donde la historia se teje con hilos de misterio, reposaban estos textos ocultos, reliquias de una era pasada. Custodiados con celo por los templarios, estos pergaminos guardaban un legado ancestral, un tesoro de conocimiento de un valor incalculable.
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