No hay nada más libre que la imaginación humana...
Éxodo
Éxodo es la obra musical que da título a este trabajo. Desde el origen de los tiempos, la realidad del ser humano se escribe en un constante y permanente éxodo. Éxodo en el devenir de nuestra propia existencia, Éxodo de los pueblos que huyen de la guerra, el hambre y la injusticia. En el concierto también podemos encontrar otras obras musicales como:
Bienaventurados. Hace más de 2000 años, un gobernador romano se dirigía con su ejército a Jerusalén. A las puertas de la ciudad, en una colina, un hombre hablaba a la gente. Bienaventurados los que sufren, porque ellos serán consolados. Bienaventurados… Ese hombre era un tal Jesús de Nazaret.
Crepúsculo. Al final del camino llega el declive; luces y sombras se funden en un estado imperceptible, donde las tinieblas hacen su presencia para difuminar la propia existencia del ser humano. Crepúsculo es una obra que evoca recuerdos y vivencias compartidas con aquellas personas que formaron parte de nuestra vida.
El umbral de tu silencio es una obra musical que describe en diferentes movimientos fragmentos de una vida a tu lado, y los últimos minutos antes de decirnos adiós. En ese instante pasaron por mi mente los momentos compartidos; alegrías y tristezas, sueños e ilusiones.
Aylan. Esta obra musical es un homenaje al niño sirio, Aylan, que encontró la muerte cuando huía con sus padres de la guerra. La fotografía del policía turco llevando en sus manos el cuerpo sin vida de Aylan recorrió el mundo para sacudir conciencias, y para vergüenza de la humanidad.
Aylan